Este proyecto se ejecutó en 2007, siendo nuestra contraparte local para el mismo la asociación SABES.
La Villa de Tapalhuaca, se encuentra a 75 km. del sueste de la ciudad de San Salvador y pertenece al Departamento de La Paz, lejos de nuestra tradicional zona de actuación.
El agua potable que consumía la población era suministrada por la municipalidad, pero el servicio que se brindaba era deficiente especialmente por la cobertura, cantidad y calidad de agua , tanto en el casco urbano (con 1.777 habitantes entonces) como en el área rural (2,849 personas), a excepción del cantón San Pedro La Palma, donde se disponía de un servicio de agua administrado por un comité comunal. El motivo era que entonces solo se contaba con un sistema antiguo de agua de cantarera o chorros públicos en donde las personas tenían que hacer espera para poder servirse, puesto que únicamente existía un tanque de captación y dos cajas de aguas que lo alimentaban, con muy poca cantidad de agua disponible.
En el año 2004, en un cabildo municipal abierto, se trató de esta situación de carencia y precariedad y se definió la necesidad de contar con un servicio de agua permanente y duradero, por lo que la municipalidad había estado viendo con diversos donantes la posibilidad de obtener recursos que gestionar para poder hacer realidad este deseo colectivo. Se hicieron estudios hidrogeológicos de la zona para ubicar el lugar de perforación de un posible pozo y se realizó un levantamiento topográfico de la ubicación de la tubería desde el futuro tanque a la línea que empalmaría con una ya existente para aprovecharla y abaratar costos. Los propietarios de los terrenos de esa zona dieron las facilidades y la alcaldía financió la elaboración de un estudio técnico para gestionar los fondos. Posteriormente se puso en contacto con la asociación SABES para ver la posibilidad de la gestión de fondos de cooperación para la ejecución del proyecto.
SABES contactó con nosotros y nos presentó el plan. Se planteó hacer un pozo de 150 mtrs en una zona del municipio donde existen acuíferos superficiales y que es una zona de falla geológica. El pozo bombearía el agua a un tanque desde el que se conectaría al sistema del pueblo, con lo que aumentaría la oferta de agua y se mejoraría sustancialmente el abastecimiento de agua a la población urbana. Se conectarían al sistema el resto de familias que no tenían servicio y de esta forma se ayudaría al sostenimiento del sistema de bombeo.
El proyecto costó casi 150.000 euros que fueron aportados por el Gobierno de Navarra y el ayuntamiento de Estella-Lizarra.